Sobre la halitosis, mito o verdad

La halitosis, o llamado mal aliento, podrás diferenciarlo del «aliento que tienes al levantar» ya que tras lavarte los dientes, desayunar o comer un caramelo no desaparece. La halitosis puede convertirse en un problema serio si no se trata o no se conocen sus causas y perdura en el tiempo. A continuación respondemos las preguntas más comunes que nuestros pacientes nos trasladan a diario en la consulta.

  • ¿Por qué se produce la halitosis?

Existen varios motivos que provocan el mal aliento. El 90% de los casos proviene de un origen oral y la mayoría tienen que ver con razones bacterianas. Esto significa que una higiene bucal inadecuada provoca la descomposición bacteriana que provoca el mal olor. Las infecciones dentales o de las encías también tienen que ver con la halitosis, mientras que el consumo de tabaco, alcohol u otros elementos de sabor fuerte también provocan un mal olor considerable.

  • ¿Es posible eliminar la halitosis?

En caso que su origen sea oral un buen aseo de la boca (incluyendo siempre la lengua) ayudará a prevenir la proliferación de las bacterias que provocan el mal olor. La utilización del hilo dental también ayudará. En caso de tener un origen no-oral será necesario seguir un tratamiento odonológico o médico. Actualmente se resuelven un más de un 96% de estos casos. 

  • ¿Cómo puedo evitarla?

Solo hace falta modificar ciertos hábitos como el consumo de bebidas alcoholicas o tabaco y la injerencia de alimentos como el ácilo, la cebolla, el brócoli, etc. Las dietas rigurosas también pueden afectar a nuestro cuerpo en este aspecto. Por último, es normal padecer un grado de halitosis matutina ya que es el resultado de un proceso normal en el ser humano. El hecho de mantener una buena higiene antes de ir a dormir nos ayudará a neutralizar este mal olor. También nos ayudará beber mucha agua.

  • ¿Cómo sé si padezco halitosis?

Normalmente el paciente no detecta su problema él mismo ya que nuestra nariz se vuelve inmune a los olores que nos acompañan a nosotros. Normalmente nos damos cuenta del problema por la reacción de la gente que nos rodea o por un confidente que nos lo hace saber. Para evitar este mal trago existen halímetros, unos aparatos que sirven para cuantificar el mal aliento.