5 pasos para un cepillado perfecto

El cepillado dental diario es la base de una sonrisa sana. Pero si queremos conseguir una limpieza profunda es clave seguir unos pasos determinados. ¿Cuáles son?

Cepillar los dientes y las encías después de cada comida es clave para prevenir el desarrollo de las principales enfermedades bucodentales: caries, gingivitis y periodontitis… En la mayoría de casos su desarrollo se debe a la falta de higiene bucal, que provoca la acumulación de la placa bacteriana entre dientes y encías. Para evitarlo, es fundamental cepillarnos los dientes correctamente.

Los 5 pasos para conseguir el cepillado dental perfecto

1. Cuándo lavar los dientes

Parece obvio: después de cada comida. Pero, ¿Sabías que cepillar los dientes justo después de comer no es tan efectivo? Al ser tan inmediato, restregamos la placa y facilitamos su incrustación con los filamentos del cepillo. Por ello muchos expertos recomiendan esperar unos 20 minutos para conseguir una limpieza mucho más eficaz.

2. Cuidar nuestro cepillo

Cuidar el cepillo y reponerlo cada cierto tiempo es esencial para mantener un cepillado dental de calidad. Con el tiempo los cepillos, sean manuales o eléctricos, tienden al desgaste y eliminan menos placa dental. Se recomienda reponer el cepillo manual o el cabezal del cepillo eléctrico cada tres o seis meses. Una clara señal de que toca cambiar el cepillo es si tiene los filamentos muy abiertos.

3. Pasta dental adecuada

En el mercado existen todo tipo de pastas dentales: para dientes sensibles, para blanquear… ¿Cuál escoger? Lo más importante es que el dentífrico sea adecuado para nuestra salud bucodental en el momento. Además conviene que incorpore flúor, ya que remineraliza el esmalte y lo protege de la erosión.

4. Una buena técnica

De nada sirve tener el mejor cepillo y pasta dental del mercado si no mantenemos una buena técnica de cepillado. Lo mejor es realizar movimientos suaves y giratorios sobre cada diente. Si queremos limpiar con profundidad los surcos gingivales, se recomienda la técnica de Bass, que se basa en hacer estos movimientos verticales. Es muy importante no presionar demasiado la encía, porque con el tiempo las encías pueden retraerse.

5. El cepillado dental no es suficiente

Son muchos los pacientes que basan su rutina de limpieza solamente en el cepillado dental. Esto es un grave error, ya que el cepillo no llega con eficacia a los rincones más difíciles de la cavidad oral: espacios interdentales, la línea de las encías… Para conseguir una higiene oral más efectiva, conviene complementar el cepillado dental con otras técnicas. Las más habituales son el enjuague oral y el hilo dental. Para pacientes con ortodoncia, también se aconseja usar el irrigador bucal.

¿Y la lengua? Muchos pacientes no realizan una limpieza lingual diaria, pero puede ser clave para evitar el mal aliento y conseguir una boca más sana. Existen limpiadores linguales específicos, aunque también se puede raspar la lengua con el reverso del cepillo. Siguiendo estos sencillos pasos conseguirás un cepillado perfecto y una sonrisa más sana y radiante.

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